martes, 17 de marzo de 2009

Bienvenida

Hace algunos años me picó el bichito por escribir en internet y hasta la fecha he de reconocer que no había logrado dar con un tema que me llamara tanto la atención como para dedicarle tiempo redactando y por el otro, esperando que alguien lo leyera.
Paseando por Santiago, mi ciudad natal (y donde probablemente moriré), mirando en cada esquina, cada casa y cada persona, traté de dar con ese escurridizo tema que me permitiera explayarme por completo.

No fue sino hasta hace algunas semanas cuando, lustrando mis zapatos en la esquina de Lyon con Providencia que finalmente encontré la suma de las todas las inspiraciones que requería: los últimos placeres de un caballero en pleno siglo XXI.

Que tiempos aquellos en que se salía de la casa vestido de traje y sombrero o que la elegancia era pan de cada día y hasta el más pueril adolescente vestía al menos una chaqueta de tweed. Me vino esto a la mente luego de lustrar mis zapatos y sentirme transportado en el tiempo, hasta aquellos años, donde siento, hubiera disfrutado como el caballero que me siento.

Me paré de aquel lustrabotas sintiéndome el hombre más elegante de la comuna. Mis zapatos habían vuelto a ser nuevos y mi autoestima, volvía a niveles estratosféricos. Desde aquel momento, me decidí a iniciar una campaña por dar con, tal como dice el nombre de este Blog, Los Últimos Placeres de un Caballero.

El siguiente blog es una invitación a recorrer junto a mi, la búsqueda de todas aquellas cosas que, de una u otra manera, hacen de este zaparrastroso presente, un lugar digno para el caballero que llevamos dentro.